



Después de 55 años en Ediciones de la Flor, Mafalda cambia de editorial en Argentina: los derechos pasan ahora a Penguin Random House, marcando el fin de una era emblemática.
La decisión, tomada por los herederos de Quino tras fallecimiento de su albacea, responde a dificultades logísticas y económicas de su anterior editorial, y refleja un giro en la distribución de la obra en sudamérica.
Desde 1970, Ediciones de la Flor fue la casa editorial de Mafalda en Argentina. Ahora, la histórica relación culmina pues sus herederos vendieron los derechos al grupo Penguin para su publicación, no solo en Argentina, sino en toda Sudamérica.
La consecuencia más directa del fallecimiento de Julieta Colombo—sobrina y albacea de Quino en 2023—fue la reasignación de derechos a cinco sobrinos, quienes ante la incapacidad de distribución de la editorial independiente optaron por Penguin.
Los herederos alegaron que Ediciones de la Flor carece de recursos económicos y logísticos para imprimir, distribuir y comercializar la obra en un mercado sudamericano crecientemente global, situación que ponía en riesgo su alcance.
La fundadora Ana María “Kuki” Miler expresó profunda tristeza. Aseguró que Quino siempre priorizó los valores sobre el lucro y nunca deseó publicar con una gran editorial. Aun así, reconoció que la coyuntura económica derrotó esa voluntad.
La relación de amistad entre Quino y Ediciones de la Flor —especialmente con Daniel Divinsky y Kuki Miler— fue casi familiar. Esto intensifica el impacto emocional que genera la decisión, más allá de lo meramente comercial.
Penguin Random House ya publicaba Mafalda en España y México. Con este movimiento extiende su dominio al mercado argentino y sudamericano, relanzando la obra durante agosto bajo su sello Sudamericana.
La pérdida de una obra internacional como Mafalda debilita aún más la debilidad financiera de las editoriales independientes en Argentina, profundizando la concentración del mercado bajo grandes grupos.
Más allá del impacto local, este cambio indica una tendencia global: grandes grupos consolidan catálogos de cultura popular, lo que permite uniformar ediciones, traducir con mayor alcance y aprovechar economías de escala, aunque plantea cuestionamientos sobre diversidad editorial.
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La salida de Mafalda de Ediciones de la Flor representa un hito editorial: uno de los símbolos culturales más universales de Argentina recae en manos de un gigante global. Si bien garantizará difusión y continuidad, también subraya la fragilidad de los sellos independientes frente a los retos de distribución y financiamiento. Este cambio no solo influye en el consumo cultural, sino que refleja cómo se reorganiza la economía global del libro y el poder de los derechos sobre el legado intelectual.