



El mundo se ha hecho cada vez más consciente de la importancia de la sostenibilidad y la responsabilidad social, pese a acciones de líderes y de algunas organizaciones que retroceden los avances mundiales. Esta consciencia ha llevado a las empresas a adoptar criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza), mismos que están tomando el liderazgo en atracción de inversiones estratégicas para México, en el marco del nearshoring.
Esta forma de operar impacta de manera directa la rentabilidad y competitividad de las empresas que la emplean, ya que les permite reducir costos operativos, facilita el acceso a financiamientos e inversiones, aumenta la retención de talento y mejora la reputación de la marca. A nivel global, las firmas que buscan expandirse encuentran más atractivas las alianzas con menor riesgo y que cumplan con los estándares internacionales.
Aunque las empresas mexicanas tienen una ventaja competitiva frente a otros países gracias a su ubicación geográfica, enfrentan diversos obstáculos en la implementación de estos criterios. Uno de los principales desafíos es la falta de conocimiento sobre los beneficios tangibles que pueden aportar, lo que lleva a ver estas prácticas como un gasto adicional en lugar de una inversión estratégica.
Además, la falta de financiamiento para tecnologías sostenibles y mejoras laborales es otro gran obstáculo que ha frenado el avance, principalmente de organizaciones con menor solvencia económica.
Para superar estos retos, las empresas deben demostrar que las buenas prácticas son rentables, mejoran la eficiencia operativa y reducen costos a largo plazo. Por ejemplo, en sectores como el contact center, donde Pentafon opera activamente, mediante digitalización e infraestructura eficiente se puede reducir el consumo energético a través del trabajo remoto. Esta medida no solo disminuye los gastos operativos, sino que también toma en cuenta el bienestar de los colaboradores.
Las firmas y líderes que ya tenemos más camino recorrido en cuestión de criterios ASG, estamos obligados a seguir escalando esfuerzos y buscar un impacto mayor, ya que no solo se beneficia la sociedad a través de nuestras acciones directas, también fungimos como modelos a replicar para otras organizaciones.
Los compromisos de responsabilidad social no dependen únicamente de la empresa que los implementa, sino de todo el ecosistema empresarial público y privado.
En este sentido, el gobierno también juega un papel crucial, pues tiene la capacidad de ofrecer incentivos fiscales para el desarrollo de proyectos sostenibles, acceso preferencial al financiamiento verde, además de facilitar la obtención de certificaciones y establecer alianzas público-privadas que puedan desarrollar la infraestructura sostenible necesaria.
En el contexto del nearshoring mexicano, donde firmas como Tesla han expresado interés por establecerse dentro de nuestro territorio, las empresas locales deben aprovechar la oportunidad para integrarse globalmente con estándares internacionales, como el ISO 14001 de gestión ambiental, que respalden sus compromisos.
Cabe señalar que para toda organización ASG, uno de los factores clave en la atracción de inversiones es la correcta comunicación de sus compromisos y logros. Para lograr esto, es necesario ser transparentes, tanto con sus socios como con la sociedad.
Esto implica dar a conocer métricas de impacto y evidencias reales del alcance generado.
Además, las auditorías independientes serán determinantes para incrementar la confianza y credibilidad de sus acciones.
Finalmente, los líderes empresariales tenemos que adoptar estas prácticas de manera independiente para así poder comunicarlas e integrarlas como un modelo de negocio.
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Estamos en un momento histórico en el que se están abriendo grandes oportunidades para el mercado mexicano. Sin embargo, es necesario comprender que los estándares ASG deben formar parte del ADN corporativo, en lugar de verse como estrategias aisladas.