



Con presencia en seis países y más de 84 mil miembros en la región, WeWork anuncia una recuperación sólida y un crecimiento sostenido en América Latina, donde la flexibilidad laboral se impone como una necesidad estratégica. En México, la compañía ha alcanzado un 82% de ocupación en sus espacios, posicionándose como aliado clave para empresas que buscan adaptabilidad, eficiencia y bienestar laboral.
WeWork ha logrado consolidarse nuevamente como protagonista en la evolución del entorno laboral. La empresa, que actualmente opera 70 edificios en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, reporta una ocupación promedio del 79% en la región, reafirmando su papel como referente en espacios de trabajo flexibles.
Su comunidad en Latinoamérica ya supera los 84,000 miembros, entre usuarios con membresías fijas y flexibles, lo que demuestra la creciente necesidad de las organizaciones por esquemas de trabajo más adaptables a los tiempos actuales.
En el caso de México, la tasa de ocupación en 2025 ha llegado al 82%, destacándose como uno de los mercados más sólidos para WeWork en la región. Con 22 edificios en operación en Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, la firma alberga a más de 26,000 miembros y 2,639 empresas, que aprovechan estos espacios para reducir costos operativos y priorizar el crecimiento estratégico.
“El modelo de trabajo flexible ha dejado de ser una tendencia para convertirse en una necesidad estratégica para las empresas”, declaró Claudio Hidalgo, vicepresidente senior de WeWork Latinoamérica. En su visión, la flexibilidad laboral y el trabajo híbrido son fundamentales para aumentar la productividad y retener talento.
La reincorporación de Latinoamérica a la estructura global de WeWork es una señal clara del valor estratégico que tiene la región dentro de la visión corporativa a largo plazo.
En 2024, WeWork cerró con ingresos globales por 2.2 billones de dólares y logró alcanzar el punto de equilibrio en EBITDA durante el cuarto trimestre, marcando un hito para su estabilidad financiera. Este renacer no solo muestra una operación más eficiente, sino también un compromiso renovado con sus clientes y comunidades empresariales.
Más allá del coworking, WeWork se ha convertido en un socio estratégico para empresas de todos los tamaños, desde startups hasta corporativos multinacionales. Ofrecer espacios adaptables, colaborativos y con tecnología de punta es hoy una ventaja competitiva para las compañías que enfrentan retos de productividad, motivación del equipo y optimización de recursos.
Con una estructura más sólida y un enfoque claro en la innovación y el servicio, WeWork avanza hacia el futuro con paso firme. Su recuperación no solo es financiera, sino también cultural y operativa, alineada con las nuevas exigencias de un mundo laboral que ya no es el de antes.