Pasaje Catedral, descubre el bazar más católico de la Ciudad de México

Los recovecos y demás rincones «desconocidos» del Centro Histórico nunca acaban. Y es que realmente ¿Cuándo puede decirse que se termina de conocer por completo el corazón de la Ciudad de México? La respuesta es probablemente nunca. Prácticamente cada inmueble en esta zona no solo guarda una historia centenaria, sino también albergan sitios que nos maravillan por su particular encanto. Uno de ellos está a espaldas de la Catedral Metropolitana: se trata del Pasaje Catedral. Adentrémonos en este aparente bien guardado secreto de la capital del país.

El Calmécac y la Catedral

Ubicado en el número 10 de la calle de República de Guatemala en el Centro Histórico, el Pasaje Catedral está detrás de la emblemática Catedral Metropolitana de la Ciudad de México. Y no solo eso, su localización, al igual que la de otros edificios próximos como el Centro Cultural España, comparten el área donde estuvieran el Calmécac y el Templo de Ehecátl del recinto sagrado de Mexico-Tenochtitlan, el Templo Mayor.

En tan solo unos pocos metros y cuadras, la historia de la capital de México se condensa, brindándole un encanto sin igual al emplazamiento del pasaje. Ya sea que se camine desde las inmediaciones, o que se llegue a través de la estación Zócalo de la Línea 2 del Metro, el recorrido por esta área deja de ser obvio. Nos obliga a mirar desde la curiosidad sitios que damos por presentes en el trajín cotidiano.

El Pasaje Catedral

Y es que mucha gente ubica el Pasaje Catedral como un atajo para trasladarse del Zócalo o la calle de Guatemala a las calles de Donceles y Justo Sierra. Sin embargo, por más prisa que se lleve, es imposible no reparar en lo peculiar de este lugar.

El pasaje está situado en un bello edificio de tezontle con una fachada del siglo XIX. El interior tiene un diseño de mediados del siglo XX, probablemente de los años cuarenta, a juzgar por su semejanza con algunos elementos del Art Decó.

¿Qué hay en el pasaje?

El giro principal de las tiendas del Pasaje Catedral son los productos religiosos, sobre todo los de la iglesia católica: imágenes, velas, crucifijos, incienso, custodias para la eucaristía, ropa litúrgica para los sacerdotes, libros, etc. Por ello no debe sorprendernos que en nuestra visita nos encontremos con padres, monjas, frailes o laicos de diferentes ordenes, los cuales acuden a comprar lo necesario para sus respectivas parroquias. A pesar de la predominancia católica, también es común ver en el pasaje personas de otras religiones, sobre todo budistas y musulmanes, quienes también acuden a buscar objetos rituales o publicaciones sobre sus religiones.

Otro de los principales productos del lugar son las plantas medicinales. Varios locales se especializan en herbolaria. Esto atrae a un buen número de personas que buscan las hierbas indicadas para ayudarles a curar alguna dolencia. Por otra parte, en los pisos superiores inclusive se pueden encontrar establecimientos de comida.

Todo lo anterior hace del Pasaje Catedral un lugar irresistible para los curiosos, pero sobre todo para las personas que buscan descubrir los espacios aún desconocidos de los que está plagado el Centro Histórico de la Ciudad de México. Sus misterios e historias nunca acabarán.

Aldo Vicencio Poeta y ensayista. Historiador de formación. México es sus misterios.